En este vídeo interactivo podemos saltar de la experiencia de dos festivales radicalmente diferentes con sólo un clic. Al comienzo elegimos en cuál queremos empezar: el Resurrection Fest o el Portamérica. Después podemos cambiar en cualquier momento haciendo clic en la pequeña ventana que aparece abajo a la izquierda.
Los interactivos consiguen un engagement mucho mayor que los vídeos tradicionales, logrando que la gente se quede mucho más tiempo viéndolo: pasamos de hablar de cuánto porcentaje del vídeo han visto a cuántas veces lo han visto entero.
Además, tienen una trazabilidad total sobre la experiencia del usuario, pudiendo conocer en qué botones ha hecho clic y ayudándonos a comprender mejor cómo se relacionan las personas con nuestra interactividad. Es compatible con Analytics, lo que nos da acceso a informes muy completos.
Pero la mejor parte es precisamente la capacidad de interacción que ofrece: la gente puede rellenar formularios de contacto o incluso comprar sin salir del vídeo. Las posibilidades a nivel de marketing superan con creces a los vídeos tradicionales.
Si te interesa saber más sobre vídeos interactivos, escríbeme desde el formulario de contacto y hablamos.