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Por qué el Blu-Ray nació muerto

El Blu-Ray es un cadáver que llevamos arrastrando desde que nació. Es un soporte anacrónico, que surgió porque la industria pensaba que el usuario no estaba preparado para un cambio radical. Pero en realidad, era la industria la que no estaba preparada.
Existían nuevas y mejores tecnologías, pero prefirieron tirar a lo seguro: seguir con el disco compacto. Pero no cuajó. Al menos para mí, como usuario, el Blu-Ray siempre me pareció un soporte cutre, comparado con lo que se podía hacer en aquel momento, por ejemplo, la Info-MICA. Me da igual que las cifras de ventas muestren un éxito, lo será para los fabricantes y estudios de Hollywood, pero para los consumidores ha sido un fracaso que nos ha hecho perder al menos 10 años. No hay un Steve Jobs, un visionario que intente ir más allá y ofrecer algo que realmente aporte algo nuevo.

Y es que lo hicieron demasiado bien con el DVD. Ese sí fue un soporte revolucionario que aportó increíbles mejoras: un incremento en la calidad de imagen y sonido realmente notable, acceso directo a escenas, sin tener que rebobinar, varios idiomas y extras para complementar las películas, fácil de almacenar y en menor espacio. Consiguieron poner un DVD en cada casa y en cada ordenador, se vendieron millones y los consumidores lo acogimos sin echar de menos en ningún momento al VHS. Cosa que no ocurrió con los vinilos.
Lo hicieron tan bien, que el DVD está muy bien integrado en nuestra sociedad. Demasiado bien para el Blu-Ray.

¿Qué motivos impiden que el Blu-Ray sustituya al DVD?

1. Tuvo unos comienzos complicados: otra guerra absurda de formatos, contra el HD-DVD. Por suerte, se zanjó antes de que la sangre llegase al río, supongo que temían que se alargase como con el Beta y el VHS.

2. Muy caro, carísimo. Y al compararlo con el DVD, demasiada diferencia de precio.

3. Grabadoras de Blu-Ray inalcanzables, lo que ayudaba a la lucha contra la piratería, no tanto de las películas sino de los videojuegos de la Playstation 3. De hecho, hoy día siguen siendo caras y las grabaciones son lentas.

4. No supieron aprovechar realmente sus características, ni potenciarlas. Estoy hablando de tener en un sólo disco todos los idiomas y los extras, todo el valor añadido que puedas meter dentro. Pero viene lo mismo que en un DVD, y como además, los extras no se graban en alta definición, los disfrutarás exactamente igual en un soporte que en el otro. Es más, algunos Blu-Ray ni siquiera son FullHD, se quedan en 720p.

5. No supone un avance tan grande respecto al DVD como lo fue este respecto al VHS. Y este es el quid de la cuestión, lo que hace que no sea un fan del Blu-Ray. Es otro disco más. Tiene que dar vueltas para ser leído, y no veas el ruido que hace el reproductor.

Lo peor es que parece que van a seguir llevándonos por el reino del disco compacto, Sony dice que va a sacar un sustituto del Blu-Ray con calidad 4K. Empiezan a parecerse a Gillette, se creen que con poner más cuchillas, ya está todo hecho. Ese truco puede funcionar una o dos veces, pero luego se hará patente que el usuario demanda algo más que cantidad. Queremos calidad y que nos sorprendan. No tenemos miedo a los cambios. Y si no, que le pregunten a Apple.

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