Manzana podrida

Apple ya no es lo que era

Es así, y me jode que así sea, porque llegué al mundo Mac como quien llega a un oasis después de una larga travesía por el desierto, deseando creer. Y lo que encontré me invitó a creer: equipos robustos que aguantarían años, software estable (¡el que usaba Walter Murch!) y profesional, y una compañía que sostenía todo eso mediante una filosofía de «pensar diferente». Apple te daba más de lo que esperabas, y te cobraba por ello, porque además sabían envolverlo de una experiencia de usuario que no podías encontrar en otro sitio. Y pagabas a gusto, merecía la pena.

Pero Apple ya no es lo que era. No voy a entrar en el legado de Steve Jobs, porque no tengo ni idea y como usuario la verdad es que me da igual. Lo que me importa es que las cosas funcionen, y que funcionen bien. Voy a hablar desde el punto de vista profesional y personal, porque mi satisfacción como usuario lleva cayendo en ambos ámbitos hasta el punto que llevo tiempo buscando alternativas. No ha ayudado nada el último exabrupto de Tim Cook, que le ha dado por insultar a la Unión Europea porque le han pillado tratando de pagar menos impuestos en connivencia con Irlanda. Y no sería porque no les avisaron. No me gusta esa desfachatez en el CEO de una compañía como Apple, no me gusta lo que transmite. Por supuesto que pagan muchísimos impuestos, es que de eso se trata: de que paguen más los que más tienen.

Lo que hacían muy bien era conseguir una experiencia de usuario diferente, pero ya no es lo que era.

Volviendo al tema, pasé de un Quad Core con Windows a un Mac Pro de 2009 y un Macbook Pro de 13″, todo para trabajar. El Final Cut 7 era una gozada, con su códec profesional (el Apple Pro Res), su multicámara, su entorno, etc… Era muy estable, igual que el Mac OS, por fin había dejado atrás las «pantallas azules de la muerte». Y aunque había que acostumbrarse a alguna excentricidades (lo de no escribir en NTFS, incomprensible), era muy agradable de utilizar, y las aplicaciones de Apple, también. Porque repito que lo que hacían muy bien era conseguir una experiencia de usuario diferente, aportando profesionalidad y usabilidad en todo lo que hacían (además de eficiencia).

Pero Apple ya no es lo que era. Desde el iPhone se han dedicado a convertirse en una compañía de electrónica de consumo, abandonando el mercado profesional, muy especialmente el software. El desarrollo del iPhone y del iPad provocaron retrasos en la renovación del Final Cut, y cuando al fin vio la luz, Adobe ya se había puesto las pilas. Para más inri, el Final Cut Pro X ni era X ni era Pro, y no cumplió las expectativas de nadie. Prometieron ir cubriendo las características que faltaban, pero a día de hoy sigue sin ser suficiente, y la sangría de usuarios que migraron a otras aplicaciones, especialmente a Premiere, deja a Final Cut en una situación muy alejada de la que gozaba con la versión 7 (no me refiero al mundo broadcast, que es la liga de Avid). Y lo peor es que va a ser muy difícil que vuelvan, porque Apple no ha perdido solamente usuarios, ha perdido su confianza. ¿Cómo es que el nuevo y flamante Mac Pro cuesta más que cuando salió, si lleva tres años sin actualizar? ¿Dónde han quedado las posibilidades de ampliación del modelo anterior?

Apple no ha perdido solamente usuarios, ha perdido su confianza.

Así que hoy sigo trabajando en mis Mac, pero el único software que utilizo de Apple es el sistema operativo, y alguna aplicación nativa que no me queda más remedio (aunque odie, como iTunes). Thunderbird en lugar de Mail, Firefox o Chrome en lugar de Safari… Sigo con Numbers y Pages porque no soy un heavy user, pero lo de iCloud es otro desastre que me lleva al punto de vista personal: tengo iPhone pero uso el ecosistema de Google.

¿Cómo es posible que iCloud aún esté en pañales? El Numbers y el Pages de iCloud son tan pobres en comparación con sus versiones de escritorio, que aunque inicié el cambio para trabajar con esta nube, al final tuve que volver a Google Drive, y la verdad es que no me arrepiento. Va como un tiro en comparación. Así que me encuentro en la misma situación con iOS, que el hardware y el sistema operativo son de Apple, pero las apps que utilizo no. Con las excepciones de las apps nativas, aunque muchas las sustituyo por otras que son mejores. Ahora que empiezo a pensar en la jubilación de mi iPhone 5S me pregunto realmente qué me aporta seguir en iOS, si no será mejor volver a Android (sí, también estuve ahí), que no le duele tanto al bolsillo.

¿Es este el camino para el que nació Apple, ser una empresa de correas de relojes?

¿Cómo hemos llegado a esto, Apple? ¿No hay nadie que le dé vergüenza en lo que se está convirtiendo la compañía? Sí, da beneficios, eso nadie lo niega. Pero si haces lo mismo que el resto, no durará, porque estás perdiendo el engagement, la fidelidad del usuario. Y hay gente haciendo cosas nuevas muy bien, echad un vistazo a Kickstarter. ¿Es este el camino para el que nació Apple, ser una empresa de correas de relojes?

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